No había padres en la casa, eso solo significa una cosa, era hora de una fiesta loca en casa. Mi hermana y yo nos encerramos en mi habitación con una botella de licor para divertirnos después de hacer deporte. Hablamos y bebimos hasta emborracharnos por completo. Pero cuando estábamos borrachos, mi hermana Natasha Nice y yo queríamos follar. Una mala idea si no hay nadie más cerca de cumplir nuestros deseos. No teníamos elección. Mi hermana se quitó la camiseta y me mostró sus enormes tetas. Luego me quité los pantalones para cuidar mi erección con una buena mamada. Ella chupó muy fuerte y usé sus tetas para hacer una paja cubana. Absolutamente excitante. Cuando terminamos, me corrí en su boca.
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