Una follada sin piedad a mi esposa Susana Melo


Mucha gente me dice una y otra vez que fue un error dejar a mi esposa, pero cada día me convenzo más de que están equivocados y que es la mejor decisión que he tomado. Porque esta putita pelirroja me mima y hace lo que le pido. Además, cuando llego cansada del trabajo, ella siempre me espera de buen humor y quiere hacerme pasar un buen rato. Ayer esta hermosa mujer tenía lencería blanca muy sexy que me estaba volviendo loca. Ni siquiera quería llevarla a la cama, porque mi polla se endureció de inmediato y ella quería quitarse los jeans. La puse a cuatro patas y se me metió la lengua en el culo, ella sabía perfectamente que me la iba a follar sin piedad.