Sexo entre rejas con un prisionero


Nuestro jefe finalmente había logrado capturar a la fugitiva y pasó horas interrogándola. Pero le fue imposible darnos la información que queríamos, entonces mi jefe salió y me dejó a mí a cargo de cuidar al preso. Pero tan pronto como se fue, comencé a hacer todo lo que me pidió. Me sentí como en trance. Solté sus cadenas y ella me pidió que le tocara las tetas. Solo podía hacer lo que ella quería. Luego me pidió sexo oral, y rápidamente me arrodillé y puse mi cara en su coño, moví mi lengua con mucho gusto para complacerla. Me chupó la polla y finalmente me pidió que la follara.